Bueno bueno, Cañer@s, se nos acabaron las vacaciones y hay que volver a la rutina. Aún así, nosotros nos hemos pasado gran parte de las fiestas haciendo pruebas a flexión a pequeña escala (es decir, con muestras de caña de unos 20 cm de longitud) y esperando la llegada del mes de enero.
¿Y qué tiene de especial este mes? Pues resulta ser la época idónea para recoger la caña; y si nos ponemos más quisquillosos todavía, deberíamos hacerlo durante la semana de luna menguante. Todo esto que suena a cosa de brujas, tiene una explicación muy sencilla: es durante esta época de letargo cuando la planta tiene menos actividad y menos savia en su tallo. Ello conlleva reducir los ataques bióticos y aumentar la vida del material.
Hasta entonces, os dejamos una imagen de un pequeño inquilino que vive en las cañas y os invitamos a ponerle nombre a la criatura.
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